¿EN QUÉ ÉPOCA SOLEMOS CASARNOS?
La inmensa mayoría de los novios rechaza los meses más fríos para su gran día, como pueden ser los comprendidos entre noviembre y marzo. Las temperaturas bajas imposibilitan el lucimiento de novia e invitados, aunque podemos ser originales y tener una boda redundantemente blanca, y de paso ahorrar buena parte del presupuesto, porque los costes serán menores ya que los locales de banquetes de bodas tienen escasa demanda en esas fechas. Además podremos elegir a nuestras anchas sin tener que pegarnos con otros novios por aquél restaurante o aquella capilla romántica. La boda será especial, eso seguro y no seremos unos más de los que se casan en primavera o verano.
Siendo más convencionales, elegiremos la primavera -romántica por naturaleza-, verano o el otoño, que cada vez es menos despreciado. Prima que los novios gocen de buen tiempo, huyendo de la temida lluvia, y que los invitados puedan lucir sus mejores galas, que se muestran mejor con temperaturas acogedoras
Mayo, Junio y Septiembre, suelen estar masificados en cuanto a coincidencia de novios contrayendo matrimonio. Julio y Agosto también se eligen pero se procuran evitar por no entorpecer las vacaciones de los invitados, y no encarecer el viaje de los novios, que suele ser a continuación de la fecha nupcial, aunque no hay regla para ello. Abril y Octubre, principio y final del buen tiempo, están cogiendo carrerilla para situarse en las fechas de privilegio.
Pero nada garantiza el buen o mal tiempo, aunque siempre conviene cumplir con la tradición de llevar un presente al Convento de las Claras más cercano, antes huevos, pero las Madres hartas de ellos, prefieren dinero.
NO IMPORTA LA FECHA, NI EL LUGAR, NI EL TIEMPO... LO QUE IMPORTA ES DISFRUTAR DE ESE DÍA CON LA GENTE QUE QUIERES.
"ROCÍO FLOR PILAS: ADORNAMOS TU BODA, ADORNAMOS TU VIDA"